Un grupo de jóvenes pone en marcha una terapia que, a través de la música, consigue efectos inesperados en los afectados por la enfermedad.
Se conoce como música autobiográfica a aquella que nos ha acompañado durante los momentos más importantes de nuestra vida. Esa melodía con la que nos hemos enamorado, reído, llorado o, simplemente, bailado hasta que las plantas de los pies llegaron a decir «basta». Esas notas, que conforman la banda sonora de nuestra existencia, están tan pegadas a nosotros que al alzheimer, encargado de fulminar cruelmente nuestros recuerdos, le cuesta acabar con ellas. De hecho, es curioso cómo entre las últimas áreas en desaparecer del cerebro afectado por la enfermedad se encuentran las encargadas de la memoria musical y nuestra capacidad de sentir emociones.
Un grupo de jóvenes de Granada trabaja hace ya dos años en una terapia a la que bien han denominado «Música para despertar» y que cada día ponen en práctica en el centro de mayores Caxar de la Vega, en Cájar (Granada). Allí, los ancianos con el mal de Alzheimer han vuelto a sonreir, a soñar, a recordar las canciones de su vida e incluso, aunque cueste creerlo, a cantar. Solo hay que ver los vídeos con los que estos profesionales promocionan su trabajo en internet para emocionarse y comprobar que la terapia da resultado… pincha aquí para seguir leyendo.
Fuente: ABC SOCIEDAD 03/05/15